El correr de los días lejos ha estado de desactivar la polémica que se ha desatado tras el combate revancha entre Joshua Franco y Andrew Moloney, por el título Regular de peso súper mosca de la Asociación Mundial de Boxeo. Todo comenzó cuando el árbitro de la pelea juzgó que la hinchazón del ojo derecho del campeón mexicano había sido producto de un cabezazo.
Antes que se iniciara el tercer round, el médico del combate juzgó que la lesión suponía un gran riesgo si continuaba el pleito, por lo que el árbitro lo dio por finalizado y lo declaró como no contest. Frente a esa decisión, todo el equipo de Andrew Moloney reclamó que la hinchazón había sido producto de un golpe lícito. Pero tras 30 minutos de evaluación, la Comisión Atlética del Estado de Nevada determinó que sí había existido cabezazo.
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Moloney, que había sido despojado del título por Franco el pasado 23 de junio, por la decisión unánime de los jueces, decidió no quedarse con los brazos cruzados y contrató al experimentado abogado de boxeo Josh Dubin para que lo represente en el proceso de apelación del fallo de la pelea.
"Voy a presentar una apelación para que se anule la decisión. Existe un mecanismo legal para esto en las reglas de la Comisión Atlética del Estado de Nevada. He visto el video más veces de las que admitiría, y no había ningún jefe. Confío en que Bob Bennett y la Comisión Atlética del Estado de Nevada se darán cuenta que se cometió un error, basado en la evidencia que proporcionaré", le dijo el abogado a BoxingScene.
Y agregó: "Moloney estaba en camino de ganar claramente, si no de detener a Franco. Haré todo lo que esté a mi alcance para asegurarme de que todo el tiempo que Moloney pasó lejos de su familia para prepararse para la pelea no pasará desapercibido y no será olvidado".